Bajo el paraguas de la
Plataforma BELARTZA 2 GELDITU y con el objetivo común de evitar la construcción
de un innecesario polígono (Belartza-2), vecinos del barrio de Añorga y los
distintos grupos ecologistas y conservacionistas de Guipúzcoa, agrupados en
Naturkon nos unimos en este movimiento ciudadano en defensa del medio ambiente
y de un modelo de ciudad sostenible.
El macroproyecto del
polígono Belartza -2, nacido a principios de los años 2000, preveía ser un
nuevo pelotazo urbanístico en los años de vacas gordas. El tiempo ha avalado la
innecesaria construcción de este proyecto de 210.000m2, concebido en plena
burbuja bajo expectativas de crecimiento disacordes con la realidad
socioeconómica actual.
El Ayuntamiento y los
promotores, justificando necesidades no existentes y previstas en el
planeamiento aprobado amenazan con la construcción de Belartza-2, en una
maniobra que evidencia la nueva mera especulación urbanística como trasfondo.
La construcción de
Belartza -2 implica la desaparición de bosques llevándose la flora y fauna
protegida contenida en ellos; supone destruir irreparablemente corredores
ecológicos; implica sepultar arroyos y artificializar una zona de campiña, un
paisaje único, un reducto natural donostiarra salpicado de caseríos con
explotaciones rurales familiares. La construcción de Belartza-2 supone la
fragmentación y progresiva desaparición del anillo verde en Donostia. Plantear
construir Belartza-2 supone la polarización de la ciudad y la amenaza para la
pequeña empresa donostiarra y el pequeño comercio; supone la implantación de
grandes superficies y multinacionales; un modelo de consumo globalizado que da
la espalda a la ciudad y sus gentes, al sector primario y a nuestro patrimonio
inmaterial, nuestra identidad, nuestra cultura y nuestra forma de vida.
Sin otro objetivo que la
legítima defensa del interés general, como ciudadanos frente a los intereses
económicos privados que pujan por la construcción del macropolígono
Belartza-2, solicitamos que nuestros
representantes políticos aparquen este proyecto caduco. Tras haber
extinguido los plazos propios de desarrollo del polígono cuando se concibió, no
existe derecho indemnizatorio alguno, por lo que es ahora cuando está en manos
del Ayuntamiento de Donostia velar por la preservación del patrimonio de todos
los donostiarras.
Para ello proponemos la
integración de la zona dentro del Ámbito Natural Unanue, el parque rural
urbanística y ambientalmente protegido por sus valores naturales y
paisajísticos. Este bello parque rural rodea el área proyectada, compartiendo
ambas zonas las mismos valores naturales y singulares sobre los que un día se
dibujó injustificadamente una línea divisoria para construir Belartza-2. Una
mera decisión política, mediante una tan recurrida modificación puntual del
Plan General, permitiría preservar el futuro de esta joya natural, patrimonio
presente y de futuras generaciones.
Con ese fin empezamos hoy
una nueva campaña de recogida de firmas en Change.org y la divulgación
de nuestra petición ciudadana, que tendrá como primera convocatoria una marcha
de protesta desde el barrio de Añorga hasta el Ayuntamiento este domingo 27 de
noviembre.
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